jueves, 8 de febrero de 2007

La hoja no se mancha... (¿o sí?)


El prestigio de los concursos literarios parece caer cada vez más desde las acusaciones entre Ricardo Piglia y Gustavo Nielsen sobre el Premio Planeta (el affaire Plata Quemada), denuncia de plagio mediante. Sin embargo, ya parece mucho lo que pasa con Bolivia Construcciones de Bruno Morales (pseudónimo de Sergio Di Nucci), novela ganadora del premio La Nación-Sudamericana: por supuesto, no leí el libro (cuyo tema ya había sido objeto de una película jodidamente mala de Caetano) ni pienso hacerlo, pero creo bastante complicado que una novela sobre la situación de los bolivianos en Buenos Aires hoy pueda estar plagiando, sin una intención paródica, irónica o lo que fuera, una novela (que tampoco leí) de 1944 llamada Nada de una tal Carmen Laforet (?), escritora catalana (según dicen). No sé, me suena muy Pierre Menard, todo esto: siempre vas a poder encontrar referencias textuales, reformulaciones, etc. etc. etc. ¿Cómo se decide el "plagio"? ¿Cuál es el dato legal que permite definir una reformulación paródica de una reformulación textual? ¿Quiénes serán esos "abogados de Bioy Casares" que van a defender a este escritor?

Pasemos a una certeza: que el jurado (integrado por Carlos Fuentes, Griselda Gambaro, Tomás Eloy Martínez, Hugo Beccacece y Luis Chitarroni) haya votado como ganadora una novela que es un plagio de otra de ¡más de 60 años antes! habla muy, muy mal de ese jurado...

Bueh, habrá que ver qué sale de esto. Mientras tanto, la fórmula del éxito editorial y el conjuro para que un jurado de viejos chotos vote tu novela en un concurso, ya está dicha: buscarse literatura moderna poco conocida y copiar muchos párrafos.

Bueno, a Bucay y a Pigna por lo menos parece que les va bien así...

16 comentarios:

ajsoifer dijo...

Yo leí parte de la carta que mandó el pibe que descubrió el plagio y realmente, son copias textuales, casi palabra a palabra.
Transcribo de la carta de este chico:

“De pronto se abrió la puerta de una patada de Juan, y Gloria salió despedida, medio desnuda y chillando. Juan la alcanzó y aunque ella trataba de arañarle y morderle, la cogió debajo del brazo y la arrastró hacia el cuarto de baño. (…) Juan metió a Gloria en la bañera y, sin quitarle las ropas, soltó la ducha helada sobre ella. (…) De pronto soltó a Gloria –cuando ella ya no se resistía- (…) Yo estaba en un rincón del oscuro pasillo.” (Laforet, Carmen, 1994, Nada, Madrid, Ediciones Destinolibros, página 129)

“De pronto se abrió la puerta de una patada de Mariano, y Silvya salió despedida, medio desnuda y chillando. (…) Mariano la alcanzó, y aunque ella trataba de arañarle y morderlo, la agarró debajo del brazo, la llevó al pasillo, y de ahí a ese baño que estaba separado. (…) Mariano metió a Silvya debajo de la ducha, y sin quitarle la ropa que le quedaba, soltó la lluvia helada sobre ella. (…) De pronto soltó a Silvya – cuando ella ya no se resistía –.” (Morales, Bruno, 2006, Bolivia Construcciones, Buenos Aires, Sudamericana., páginas 168 y 169)

Una cosa es la reescritura que a muchos nos puede gustar, a muchos nos puede interesar y podemos estar muy comprometidos con el ideal del copyleft y el Creative Commons. Otra cosa muy distinta es aprovecharse del laburo intelectual de otro para proclamar laureles propios.
Si DiNucci hubiese aclarado lo suficiente que lo suyo era una reescritura, no creo que hubiese pasado nada de todo esto. Pero no lo hizo y ahí, por estupidez o ignorancia, perdió la partida.

Anónimo dijo...

Se copió.
Se copió.

Qué tránfuga!

Escritores... habrase visto!

Andrés Aloy dijo...

Leí algo de Bolivia en una librería y me pareció muy mala.

saludos,

Arquero Volante dijo...

Ayer un tipo me dijo, ponele copyright a tu blog. Al margen del valor del texto me parece paranoico. Igual si me van a copiar en 40 ya voya estar para el jonca.

Interesante el link de Pigna no sabía que el también estaba en esa movida.

Andrés Aloy dijo...

Julián: me interesa saber por qué no te gusta cucurto. A mí sí me gusta pero tengo curiosidad por aquellos a los que no les agrada su obra. Ya he oido a varios y una opinión más, suma.

Saludos, Andrés

Julian dijo...

Andrés: En un post anterior ya hablé un poco de Cucurto. La verdad es que no leí su obra completa, solamente Cosa de negros y lo que escribía periódicamente para la página de Eloisa Cartonera.(Aclaración: no tengo plata para gastarme 30 mangos en un libro de Cucurto de Mansalva).
Cortito: lo que me parece que hace en lo poco que leí es algo muy similar a lo que hacían los escritores argentinos del siglo XIX: mientras que Sarmiento and Co. imprimían una imagen de su país desde la mirada europea "superior" ya cristalizada(viajeros ingleses, etc.), Cucurto imprime, reproduce y enfatiza humorísticamente (pero sin sátira ni parodia), en la clase a la que supuestamente pertenece (nuevos inmigrantes/lumpenproletariado), los rasgos "exóticos" que la mirada de las clases más acomodadas ya otorgaron a esos sectores más marginados (lo "bizarro" o lo "pintoresco", por ejemplo). Lo peor es que es solamente una estrategia de marketing, y cuyo único objeto es el consumo de esa clase acomodada-bienpensante-pseudoprogre, y particularmente de Europa (España), que son quienes consumen más ávidamente el "nuevo exotismo" argentino.
Tal vez sea una posición excesivamente crítica la mía. Algunos (uno con quien ya debatí, en especial) me planteaba que era un escritor "con diversión"... no sé,puede ser. Yo no lo creo. Lo que sí creo es que es el escritor argentino más consciente del mercado literario actual, lo cual es un gran mérito.

Bueno, espero haber podido responderte en este extensísimo comment. Igual la seguiremos.
Saludos,
Julián.

ajsoifer dijo...

Concuerdo absolutamente con lo que decís Julián: creo que Cucurto es
a)un gran jugador en el mercado literario argentino.
b)un entretenimiento para pseudoprogresistas.
c)un buen producto para vender (como casi toda la literatura Latinoamericana, con todo su Realismo Mágico y su Boom a cuestas).
d)A pesar de todo eso, leo a Cucurto y muchas veces me río, me divierto, siento placer.
Con eso es suficiente para mí.
No busco la Revolución a partir de la Literatura y últimamente, disfruto tanto de lo que se propone como revolucionario dentro de la literatura como de lo que no.

Julian dijo...

Ya lo dijo Kant: el gusto es individual pero a la vez universal, en tanto uno pretende que lo que a uno le gusta sea universal. Hace un tiempo, cuando a cierta persona de mi familia le había entrado el gusto por los libros de autoayuda, tuve una discusión similiar a esta. Y me di cuenta de que no se puede discutir contra frases como "a mi me gusta" o "siento placer". Clausuran toda posibilidad de debate crítico.

ajsoifer dijo...

Ok, se cierra el debate crítico.
Pero por otra parte es un brete del que la crítica nunca pudo salir el poder determinar las razones por las cuales un libro puede ser bueno o malo.
Ok, se puede hacer trabajo incisivo y textual, decir que tal cosa está mal construida, que tal argumento es flojo en tanto las necesidades del texto, etc., etc.
Pero siempre queda la posibilidad de que un texto no sea objetable y sin embargo no genere placer.
Qué tipo de análisis podrías hacer de Cucurto para decir que no es bueno? No digo ya que sea todo lo que dijimos de él, sino simplemente indicar por qué escribiría mal. Realmente creo que no escribe mal, de hecho, creo que escribe muy bien.

Anónimo dijo...

Creo que se desvituó todo. Que Cucu escriba mal, bien, que a Julián no le guste, que al Rufián le de placer es irrelevante. Me parece que Julián plantea una posición y es interesante en tanto se pueda debatir críticamente sobre la posición de Cucurto en el sistema literario argentino.
El problema es que toda discusión se cierra porque los "defensores" de Cucurto se fanatizan, se sienten atacados y rápidamente estigmatizan al que no le gusta, tildándolos de marxista recalcitrantes y reaccionarios (al mejor estilo Rosana López Rodríguez).

ajsoifer dijo...

Celina: lejos estoy de ser fan de Cucurto.
Me parece bueno abrir el debate crítico respecto de él y reconozco verdad en todo lo que dice Julián como ya lo aclaré.
De hecho, arengo a que escribamos sobre él críticamente.
Respecto de Rosanita... alguien puede dudar de que sea una reaccionaria recalcitrante?

Anónimo dijo...

Creo que a los que no les gusta Cucurto (y solo lo nombro como mero ejemplo)también gustan de estigmatizar.
Creo, también, que muchas cosas que dice Julián son ciertas. Si el escritor que leo es consciente del mercado literario, muy bien, que lo esté. Si su última novela no está buena y la gente la compra igual, bien por él.
No creo que Cucurto sea el mejor escritor argentino actual, o como les guste llamarlo, tampoco creo que sea el peor y por eso haya que matarlo.
Julián, estás comparando a Sarmiento con Cucurto?
Debatir criticamente es interesante, pero mi abuela (que leyo a Cucurto)dice que le gusta y opina sobre él, cosa que yo, disfruto mucho.
Y ya lo dice el refrán: "sobre gustos..."

Saludos.

Anónimo dijo...

Y bueh, otra vez se volvió a desvirtuar todo.

Deshecho dijo...

Nos puede o no gustar Cucurto, en todo caso el gusto es sólo uno de los abordajes posibles a un texto. Se lo puede pensar desde otros lugares, habrìa que ver. No comparto con Link que "El curandero..." sea "majestuosa". Lo llamativo es el lugar que construye Cucurto sobre su persona, aquello del mito del escritor. Porque él se pone en un lugar de desclasado ilustrado, casi un "buen salvaje" y por otro lado, hay una plena conciencia del gusto canónico. A esto hay que sumar su habilidad marketinera. Antes de que alguien salte a defenderlo, aclaro que mi intención no es criticarlo por marketinero. Lo que planteo es: sobre qué base se lo puede pensar y discutir ya que si se discuten sus textos, sus defensores responden con que se está atacando a su persona y si se discute su lugar de escritor, dirán que no se hace una lectura inmanentista.

Anónimo dijo...

Coincido con vos, Esteban.

Saludos.

Perro Negro dijo...

¿Tienen en cuenta que están hablando no de un escritor, sino, del personaje que ese escritor creó y que es, muchas cosas de lo que ustedes dicen?
Yo en líneas generales coincido con Rufián, aunque a mi me pasó que me gustó mucho su poesía hace algunos años. Ahora, hay un problema, no soy un gran lector, ni un lector intensivo de poesía, tal vez sea ese consumidor de "midcult" del que hablaba Eco hace mucho. Es decir, me gusta Bukowski, que sistemáticamente es negado del cánon yankee.
Es evidente, que disfruto la literatura desde otro lado, yo "La máquina de hacer paraguayitos" me la leía en el bondi, escuchando música y tomado cerveza, cómo si fuera un tema de los ramones.
¿De que me sirve, además una crítica que ponga al escritor "en un lugar en el mapa", para que quiero un mapa de escritores?
O la posición que ocupa. A mi parece, que el artista, por lo general ocupa una sóla posición, y es con respecto al burgués, nunca al obrero o al desclasado, no creo en el "trabajador de la cultura", creo en el militante y creo en la creación cultural con fines políticos, lo demás es cuestión de placer.
No sé, me estaré volviendo un línea dura con el corazón blando...